RESEÑAS GIRA «CERCA DE TI» 2006
(Fotografía EFE)
Raphael,
«cerca de ti» a teatro lleno
(ABC, Septiembre de 2006)
MADRID. - A Raphael hay que verlo entre mortales, lejos del perfumado
glamour de los estrenos; hay que verle pasear por entre los gritos desacomplejados
de sus fans —«¡Dios te bendiga!», «¡Machote!»,
«¡Hermoso!», «¡Guapo!»— y al
calor de los incondicionales. Sólo así puede verse llegar
hasta la puerta del teatro Gran Vía a una joven con los ojos tapados
por un pañuelo, guiada por una amiga que sonríe por lo bajo
sin apenas poder guardar por más tiempo la sorpresa. Cuando llega
el momento, la euforia se convierte en hipidos, lágrimas y risas
nerviosas, todo en uno.
«Yo le he visto ya cuatro veces», presume en la fila once
una señora. «Hoy hay más hombres que de costumbre»,
advierte su compañera de butaca. Son, efectivamente, mayoría
las mujeres, y maduras; y son también las más bullangueras,
las que mejor conocen el repertorio que Raphael desgrana a lo largo de
dos horas y media de concierto. Pero en el patio de butacas hay mucha
gente joven, que escucha y mira con admiración, con cariño,
con respeto, a un artista que lleva más de cuatro décadas
habitando los escenarios, llenando teatros y vendiendo discos, en un país
donde la música —y por consiguiente muchos músicos—
suele ir acompañada de la palabra efímera.
Raphael tiene
ganado al público desde el instante en que pisa el escenario. Le
reciben en pie, con un aplauso especialmente cálido con el que
quieren demostrarle el cariño. Lo harán en muchas ocasiones
a lo largo del concierto; y terminarán de nuevo en pie, acompasando
sus palmas para reclamar una más, y otra más, y otra más...
Le acompañarán en cada una de las canciones, cada vez que
—siempre sonriente, siempre feliz— les pida con la mirada
que canten con él; cada vez que se haga un silencio; cada vez que
él se tome un respiro.
Quizás
Raphael se llame Fausto de segundo nombre; quizás haya encontrado
el secreto de la eterna juventud y no nos lo quiera contar; en cualquier
caso, asombra y admira la excepcional vitalidad que derrocha en el escenario,
el vigor con el que afronta cada una de sus intervenciones, el nervio
con el que mantiene el pulso de la velada, con el que sube en vilo al
público desde que emite la primera nota —a capella, sin acompañamiento
ni amplificación, en un gesto de gallardía y poderío—
hasta que —siempre sonriente, siempre feliz— abandona el escenario
empapado de aplausos y cariño.
Raphael
ha llamado a esta gira «Cerca de ti». Con la única
compañía de un piano —maravilloso el acompañamiento
de Juan Coacci— y unas pautas escénicas dibujadas por su
amigo Jaime Azpilicueta, el cantante de Linares desgrana lo mejor de más
de cuarenta años de carrera. No faltan, claro, canciones como «Cuando
tú no estás», «Qué sabe nadie»
o «Maravilloso corazón maravilloso», coreado y bailado
por el público con una entrega absoluta. Raphael está prácticamente
dos horas y media sobre el escenario; apenas unos segundos para cambiarse
de camisa y tomar aire. Sin reservar ni un gramo de ese privilegiado instrumento
que sigue siendo un trueno; sin perderle la cara al público en
ningún momento. Domina la escena, la expresividad, los tiempos,
no pierde la concentración ni en los momentos en que más
vivos son los gritos de sus admiradores... Le da «Gracias a la vida»
—«resume mi estado de ánimo actual», dice—
y se entrega por completo. Y es que ya lo dijo una espectadora: «¡Que
es muy bueno, hombre!»
(Fotografía
EFE)
Raphael regresa a Madrid en estado
puro y cargado de canciones
CARLOS DEL AMO (EFE) Septiembre de 2006
MADRID.- Raphael volvió a Madrid y lo hizo desnudo, sin
adornos ni orquestaciones, ofreciendo un concierto de piano y voz, y rodeado
de su público; un público variopinto que llenaba entregado
el Teatro Gran Vía y que volverá a hacerlo, día tras
día, hasta el domingo.
Los siete recitales consecutivos que Raphael ofrece en Madrid pertenecen
a la gira "Cerca de ti", que el cantante hace acompañado
por el piano de Juan Coacci y con dirección escénica de
Jaime Azpiricueta, en la que los protagonistas son las luces y la voz;
una voz con la que el de Linares hizo las delicias de su gente durante
dos horas y media durante las que interpretó cerca de treinta canciones.
Abrió a capella cantando 'A veces me pregunto' y aprovechó
esa gran ovación que en pie le regaló el público,
para presentar un tema inédito, 'Ahora', compuesto por Enrique
Bunbury -que estaba en el patio de butacas acompañado por Jaime
Urrutia- para el álbum que está terminando y que estará
listo este año.
Entre los espectadores, además de sus hijos, estaban "raphaelistas"
confesos como la ministra de Cultura, Carmen Calvo, Rafaela Carrá
o Alaska, hasta Lola Herrera, José Luis López Vázquez
o Lina Morgan, pasando por Raúl Sender, Luis María Ansón,
José Bono, Manu Tenorio, Carlos Hipólito, Luis Cobos o Pastora
Soler.
Ninguno dudó en ponerse una y otra vez de pié para aplaudir
al artista y bailar sus canciones, y es que Raphael echó mano de
ese repertorio que gusta a unos y a otros, y que contiene "joyas
de la corona", como el mismo llama a títulos como 'Digan lo
que digan', 'Cuando tu no estás', 'Que sabe nadie', 'En carne viva'
o 'Mi gran noche'. Recuperó piezas poco habituales en sus conciertos
como "Se te paró el reloj" o "Los hombres lloran
también", presentó canciones nuevas como "Ni tu
ni yo", de Manuel Alejandro, y se entregó ante temas como
"Maravilloso corazón" o "Como yo te amo". Lo
cierto es que Raphael, que volvía a disfrutar de ese romance que
vive con la Gran Vía y sus salas desde los años 60, derrochó
tipo y voz, y es que de voz estuvo inmejorable.
A
continuación se presenta una reseña del autor de este web
site sobre el concierto de Raphael en Bogotá, el 20 de mayo de
2006:
APOTEOSICO
CONCIERTO EN BOGOTA!
Bueno,
pese a que tengo las manos cansadas de tanto aplaudir trataré de hacer
una aproximación a lo que ocurrió hace unos minutos en
Bogotá... que concierto! el ambiente inmejorable, teatro a reventar
desde muy temprano, un televisor con el DVD de maravilloso en el lobby
del teatro, y muy puntuales a las 8 la tercera llamada, luces apagadas
y apareció Raphael de traje y corbata, con camisa blanca, despues
de la atronadora ovación de bienvenida, comenzo como si nada
a cantar sin musica, Y SIN MICROFONO "A veces me pregunto",
...despierta Raphael que estas en Bogotá... luego el estreno
de "Ahora", "...es una canción, un teatro y a
ti...", se sienta en la escalera junto al escenario, y por primera
vez habla al respetable... "estoy feliz de estar de nuevo aqui, mas
cerca de vosotros", y anuncia canciones del principio de los tiempos:
"Los hombres lloran tambien", "Inmensidad", "Precisamente
tu", que cantó en el mismo tono de 1963, y un salto a 1969,
"Ella" de Leonardo Favio, interrumpida 3 veces por bravos
y aplausos.Comienza la musica de "Mi gran noche" y el teatro
entero se pone a cantar y acompañar con las palmas, mientras
Raphael esta tras bambalinas, para aparecer con camisa negra, sin corbata,
y el saco cogido por encima del hombro..."hay que ver lo que ha
dado de comer esto a los imitadores"... luego anuncia "las
joyas de mi corona, que fabricamos Manuel Alejandro y yo..." y
se faja una seguidilla de canciones comenzando con "Desde aquel
dia", atronadora ovación, luego entona "No se si el
mundo es el de siempre..." y el teatro casi se cae, tanto que tiene
que comenzar la cancion de nuevo, luego "Digan lo que
digan" y siguen las ovaciones... "no todas las canciones son
tan violentas...", y canta "Te estoy queriendo tanto",
"Se te paro el reloj", "Para volver a volver", terminada
sin microfono, y canta una de mis favoritas: "Me enamore como nunca",
que creo hace como 35 años no cantaba en concierto, y "A
que no te vas"...
Anuncia
canciones de "America de mi corazón", para comenzar
con "Gracias a la vida", "Corazón, corazón"
con la misma voz de 1969, y luego se ha fajado un "Que nadie sepa
mi sufrir", a mi gusto uno de los momentos cumbres de la noche,
diria que la cantó casi mejor que la grabación original,
tanto de voz como de interpretación... sigue con "Yo sigo
siendo aquel", luego se sienta encima del piano y canta "Un
muñeco de madera", se emociona tanto que contagia al pianista,
(muy bueno por cierto), luego anuncia su mejor cancion, y canta "Sera
mejor". De nuevo se sienta en la escalera y canta "No puedo
arrancarte de mi", teatro de pie, ramos de flores, claveles por
todo el escenario... sigue con "Amame", "Que tal te va
sin mi", "Un dia mas", "Maravilloso corazon",
con tremenda ovación, y el teatro haciendo el coro, de nuevo
a las escaleras y canta "Amo", y una esperada por todos: "En
carne viva" que arranca bravos desde los primeros compases del
piano... y ovaciones al terminarla sin microfono...llevamos cerca de
2 horas de concierto y el teatro entero esta en pie, despues de varios
minutos de ovaciones canta "Que sabe nadie", y de nuevo el
teatro en pie... Saca entonces el espejo, y bueno, la que se armo, locura
total... los de seguridad no daban abasto para intentar contener a la
gente que se arremolino contra el escenario, ya nadie se queria sentar...
y cantó "Yo soy aquel"..."un año mas Colombia...",
ademanes de despedida, y gritos de "otra, otra"...canta entonces
"Como yo te amo", "...Colombia les amo tanto...",
solo se escuchaban bravos y "otra, otra"... se acerca al microfono
y canta "señoras y señores, muy buenas noches",
y se despide, pero todo el teatro permanece en sus puestos pidiendo
otra, Raphael sale con cara de asombro y nos pregunta "Que mas
quereis de mi?, si os he dado todo" y canta, ya sin pianista "La
llorona", vuelve a irse, y el publico sigue sin moverse pidiendo
otra, vuelve y canta "A mi manera", y se despide...se escucha
"Se sobro, Rapha se sobro..." y Raphael, vuelve! y canta "Cuando
llora mi guitarra" a capella...de no creer, que concierto!
LUIS ALEJANDRO NAVAS
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